sábado, enero 26, 2013

Aquí estamos

Lo de los blogs tiene su aquel.
Sirven como diario, pero compartido, un diálogo que es contigo mismo pero con el mundo como potencial espectador, lo que hace que psicológicamente no escribas para ti sino para quienes nunca te van a leer.
Sirven como comunicación, si encuentras una temática, conectas con un colectivo al que les interese y empiezas a recibir comentarios, seguidores, etc., parace en las webgrafías de no sé qué y crees que haces algo importante.
Creo que todos somos importantes aunque no tengamos un blog con miles de seguidores.

Los blogs tienen su aquel.
Sirven como memoria, de algo que has vivido.
Sirven de aprendizaje de quienes quieren compartir contigo lo que ellos escriben y a los que siguen.
Soy bloguero interruptus.

Está acabando mi cuarto año de dirección en un centro educativo. Esto es como en política, que te enfrentas cada cuatro años a un refrendo si quieres continuar liderando un proyecto, lo cual está muy bien.
Me siento fracasado. Quise incorporar a mi proyecto lo que había estado madurando durante lustros como la esencia de un proyecto exitoso (calidad, TIC, bilingüismo) y me he dado cuenta que llevar a cabo un proyecto no depende de ti. Ni de las ideas. Ni de las buenas intenciones. Ni de la adecuada financiación. Ni de la buena comunicación. Ni de que busques, ni aunque encuentres, las mejores condiciones.
Depende de fuerzas telúricas, de concreciones que superan tus expectativas y tu control. Depende de la voluntad de Dios.
Y me ha dado fracaso en mucho de lo que he emprendido, y éxito en lo que Él ha querido.
Ha construido, con las personas, un instituto; pero no mi instituto.
Solo contemplo, agradecido, lo que Él ha hecho.
Pero sigo inquieto por lo que yo no he logrado.

1 comentario:

Lucía dijo...

Hola José María,
Soy Lucía, hice una mini-sustitución el curso pasado con vostros de Inglés cubriendo a Lucas. Estaba curioseando vuestra web y encontré tu blog.
La verdad que lo poco que estuve y pese que a que las comparaciones son odiosas(pero inevitables) he de decir que Dirección y Jefatura funcionaban ¡Fenomenal!
Aunque estuviera poquito me he acordado en muchas ocasiones de vosotros.
Saludos