miércoles, noviembre 19, 2008

Cambiar o no cambiar

Esto es un ensayo.
Parménides mantuvo que existían dos caminos: el de la verdad y el de la opinión.
Buscando la verdad, defendió la existencia, el ser, la esencia de las cosas como algo inmutable. El cambio, el devenir adopta numerosas formas, es cambiante, es ilusión.
Al su lado en los manuales de Filosofía aparece Heráclito, quien jamás se bañará dos veces en el mismo río. Todo se muda, todo cambia.
¿Quién tiene razón?
Un sabio de nuestro tiempo dirá que los dos tienen razón.
Pero no deja de ser esto más que una lección de los primeros cursos de Filosofía. ¡Pero son tan importantes los primeros pasos!
Heráclito tenía razón: Todo cambia.
Parménides también: muchas veces todo cambia para que no cambie nada.
¡Qué poco han cambiado las escuelas y los roles!
¡Cuántas investigaciones se han hecho en educación desde la Psicología y la Pedagogía!
¡Qué aburrimiento!
Llevaba dos o tres años en el dique seco, profesionalmente hablando, sin ideas, escribiendo en la pizarra verde, dando materia, toda la materia... Poniendo ejercicios, corrigiendo en clase...
Hace muchos años, más de veinte años, en 1985, 1986.., cuando la tecnología educativa más avanzada era el retroproyector y el vídeo (entonces no sabíamos si Beta o VHS, o sea, que teníamos los dos, porque había de todo) un grupo de profesores trabajamos en la gestión del conocimiento dando la palabra a los chicos, haciendo que ellos elaboraran, sintetizaran, expusieran, buscaran, se preguntaran... La herramienta era la palabra. Una cosa no puede cambiar: el aprendizaje, la curiosidad, la pregunta, todo esto no se puede concretar sin la palabra. Pero la formulación de conceptos, de ideas ahora tiene un camino nuevo: Internet, y una ámbito nuevo: las relaciones.
No nos queda otra, queridos compañeros.
Podremos seguir pegados a la letra impresa del libro de texto, pero el conocimiento que precisan nuestros alumnos no va a venir dado por el resumen de punto tres o la resolución del ejercicio de la página 78.
La respuesta, decía mi admirado Bob Dylan, is blowing in the wind.

No hay comentarios: